El Ford Mustang es un icono por derecho propio y uno de esos coches que no deberían dejar de existir nunca, tal y como os explicábamos en la prueba del Ford Mustang GT Cabrio. Sin embargo, tememos que su concepto original tal y como lo conocemos hasta ahora, con ese gran V8 de aspiración natural, concluya en poco tiempo.

Ford Mustang Mach 1
Ford Mustang Mach 1

Por eso, ocasiones como estas, son motivo de una agridulce celebración. Probar el Ford Mustang Mach 1, la versión más afilada del deportivo americano que se vende en Europa y, en cierto modo, el fin de fiesta de la generación actual, es el reencuentro y la despedida de un viejo amigo a la misma vez.

¿Es entonces el Ford Mustang Mach 1 el canto de cisne del original concepto Mustang? Descubrámoslo.

Ford Mustang Mach 1
Silueta inconfundible de Mustang

Características

La denominación Mach 1 no es casualidad; ya en 1969 Ford presentó esta variante sobre el Mustang convencional en la que le dotaba de más músculo (incluyendo una amplia gama de motores) y de un carácter más deportivo y menos GT.

Así las cosas, el nuevo Mach 1 debía seguir esa misma corriente y eso han hecho desde Ford, incluyendo hasta elementos del brutal GT350 que no se vende en Europa. ¿El extra por subir de nivel? Una tarifa que parte desde los 69.230€ versus los 56.730 del Mustang GT.

Ford Mustang Mach 1
3/4 delantero del Mach 1

A un frontal con un splitter optimizado y nuevas tomas de aire, se une el hueco para dos supuestos faros extra como el Mach 1 original, o un pequeño lip trasero, entre otros. La paleta de colores se convierte en un festival de tonos más atrevidos como este grabber yellow y, en definitiva, el aspecto exterior del Mustang Mach 1 amplifica la deportividad, en una silueta donde no faltan los anagramas específicos para recordarnos ante qué nos encontramos.

Frontal Ford Mustang Mach 1
Una imponente figura en dimensiones nada contenidas: casi 4,8m de largo y casi 2m de ancho

Pero si los cambios estéticos ya suponen un salto respecto a la versión base, estos suponen solo una introducción a los cambios internos que hay en este modelo. Empezando por el motor, el V8 5.0 Coyote se vale ahora de unos mejores periféricos que elevan su potencia hasta unos más que respetables 460 CV a 7250 rpm y un par máximo de 529 Nm a 4900 rpm.

Motor V8 Ford Mustang Mach 1
Sin tapa y con una enorme barra entre torretas con su nombre, así luce el vano motor del Mach 1

Esta ganancia se explica por una nueva gestión electrónica del motor y por acoplar la admisión del Shelby GT350. Además, el Mach 1 también toma prestado de este su enfriador de aceite y para complementar el “tuneo”, recibe un escape denominado Active Valve Performance que amplifica el bramido del V8.

Trasera Ford Mustang Mach 1
Esas salidas de escape lucen tan bien como suenan

Acoplada a este motor, el Mach 1 posee dos opciones de caja de cambios; la manual TREMEC de seis velocidades del Shelby GT350 -que esperamos poder probar pronto- o, como la unidad que aquí os enseñamos, la nueva caja automática de 10 velocidades made in Ford. Con ambas se incluye un diferencial autoblocante en el eje trasero

Más allá de las sensaciones de una y otra, sobre el papel la caja manual anuncia un 0-100 en 4,6 segundos y una punta de 267 km/h. A su vez, la automática se vale de unas relaciones más cortas y bate el 0-100 en 4,4 segundos, quedando su velocidad limitada a 250 km/h.

Consola central Ford Mustang Mach 1
Palanca del cambio del Mustang Mach 1

La pisada del Mustang tampoco se ha salvado de esta puesta a punto en el Mach 1. Ahora cuenta con la amortiguación MagneRide que utiliza columnas McPherson en el eje delantero y un sistema independiente en el eje trasero. La particularidad es su tarado más firme gracias, en parte, a unos muelles también hechos a medida y unas estabilizadoras más gruesas que aumentan su rigidez. Todo se une al suelo a través de unas llantas que siempre son de 19 pulgadas, calzando unos Michelin Pilot Sport 4S en medidas 255/40 delante y 275/40 detrás.

Perfil Ford Mustang Mach 1
Vista lateral del Mach 1

Por último, nos queda hablar del equipo de frenos Brembo; unas pinzas fijas de seis pistones mordiendo unos discos ventilados de 380mm en el eje delantero. Detrás se conforma con pinzas flotantes de un único pistón y discos ventilados de 330mm pero que, en conjunto y como ya veremos luego, cumplen sobradamente en trato exigente para los 1861 kg de este aparato.

Usabilidad y vida a bordo

Admirar el Mach 1, abrir el capó, descubrir su planteamiento técnico.., despiertan el apetito de cualquiera. Por tanto, llega el momento de abrir la puerta, sentarnos en su interior y ver cómo es el Mustang en uso cotidiano, cómo son sus calidades y cómo cumple como medio de transporte.

A primera vista y como ya comentaba el compañero Rodri García, el interior es el talón de Aquiles del Mustang pero, seamos sinceros, ningún futuro comprador se verá espantado por ello. Abundan los plásticos duros y aunque ciertas calidades distan de las ofrecidas por marcas premium, el precio también.

Interior Ford Mustang Mach 1
Así luce el interior del Mach 1

Con respecto al interior del GT normal cuyas características no mencionaré porque podéis leer en la prueba correspondiente, el Mach 1 añade una placa conmemorativa con el número de chasis (no limitada) y, dado su carácter, sigue manteniendo las Track Apps en los submenús del cuadro de instrumentos, orientadas a un uso deportivo o de circuito

Placa Ford Mustang Mach 1
Placa específica de este modelo

Una vez sentados y acomodados en las geniales butacas del Mach 1 (existen en opción unos Recaro que pierden la muy socorrida ventilación), la sensación es agradable, aunque ningún pasajero adulto en las plazas traseras dirá nunca lo mismo. Vas sentado todo lo bajo que quieras y el enorme capó sobresale lo suficiente para saber situar el coche de manera fácil, también entre el tráfico urbano.

Asientos Ford Mustang Mach 1
Estos asientos, ventilados y calefactados, son de serie

Devorar kilómetros en cualquier Mustang es sencillo y cómodo, a pesar de que el ruido en el interior sea más acusado de lo que podrías esperar en un GT. Llegados a este punto, en una atmósfera tan envolvente, tu única preocupación será ver bajar la aguja del nivel de combustible (que bajará todo lo rápido que quieras).

Porque, sí amigos, un V8 de 5.0 puede ser frugal en un uso extraurbano y valiéndose de 10 marchas, viendo consumos de menos de 9 litros a velocidades legales de autovía y secundaria, pero se resiente en un uso mixto. Los 61 litros del depósito se agotan rápido en ciudad, con unas medias fácilmente superiores a los 13l/100km y, durante la prueba, no fuimos capaces de bajar de 12l/100km.

Plazas traseras Ford Mustang Mach 1
Estas plazas traseras no son el paradigma de la amplitud

A pesar de su ligero y entendible problema con la bebida, el Mach 1 sigue siendo un coche muy redondo, con un espectro de utilización amplísimo y sin apenas penalizaciones; un antihéroe para poder pasearse también por el centro de la ciudad.

Ford Mustang Mach 1

Comportamiento dinámico

Ahora sí, entramos en el territorio favorito para el Mach 1. Salir de la monotonía del tráfico y adentrarse en carreteras de curvas es imperativo para descubrir qué ofrece este aparato y, también, qué exige del conductor.

Con una respuesta de motor y cambio muy modulable entre los diferentes modos de conducción, domar los 460 CV se antoja asequible para cualquier conductor, independientemente de su pericia. Es a medida que nos adentramos en los modos más radicales, cuando el Mach 1 comienza a ser un animal más bravo y puede realmente morder.

Selector de modos Ford Mustang Mach 1
Botones "mágicos"

La experiencia la domina siempre el enorme V8 que, aunque se siente lleno desde abajo como atestigua su curva de par, comienza a ofrecer lo mejor de sí a partir de las 4000 vueltas y hasta el corte, algo por encima de las 7250. Un empuje progresivo que nos encanta, propio de un atmosférico vieja escuela y donde hay que estar permanentemente pendiente del velocímetro. Porque el Mach 1 acelera y mucho, con un par capaz de pegarte algún coletazo entre cambios de marchas.

Ford Mustang Mach 1
Incluso en asfaltos rotos, el Mach 1 fluye de manera satisfactoria

A su vez, el cambio automático no es la opción más pasional para disfrutar en conjunción con el magnífico motor, pero en uso cotidiano cumple sobradamente y en conducción deportiva logra defenderse con dignidad, sobre todo en el modo Sport del mismo. Sin embargo, a pesar de que las levas (pequeñas) responden con diligencia al subir marchas, no permiten tanto al reducir y lo más preocupante de esta caja, a pesar de su refrigeración extra, es cómo sube la temperatura con un uso extremo.

Esto, unido a cierta brusquedad en su funcionamiento en situaciones de ritmo alegre, nos hacen pensar que el maridaje ideal puede que sea con el romanticismo del cambio manual, esa caja TREMEC heredada del Shelby GT350 -al menos para un uso lúdico-.

Ford Mustang Mach 1 en movimiento
Las rectas se acaban muy pronto en este aparato

Más allá de motor y cambio, todo el trabajo extra en el Mach 1 se nota al llegar a una curva. Con un morro que se inscribe de manera directa y sin titubeos, no se perciben grandes inercias y la carrocería bascula lo mínimo, fruto del gran trabajo con la suspensión MagneRide.  Aquí, la dirección en su modo más deportivo comunica lo suficiente como para sentirte seguro a ritmos altos y es delicioso terminar el viraje abriendo gas de manera progresiva y sentir la pelea entre los neumáticos y el asfalto, tratando de pasar semejante torrente de par.

Ford Mustang Mach 1
El Mach 1 te anima a sacar lo mejor de ti

Pero cuidado, a pesar de contar con la suficiente electrónica como para perdonarte, el Mach 1 muerde. Puede hacerlo cuando provocas demasiado sus inercias en transferencias de pesos demasiado bruscas, cuando jugueteas con él sin control de tracción y cuando quieres sentirte mejor de lo que eres al volante. Tan afable como desees y tan serio como te propongas, muy all-rounded.

Además, ¡qué placer estirar el motor y escuchar un rugido así! Parecerá una tontería, pero el valor añadido que un sonido como este aporta a la conducción es muy alto. Y no pasa nada si llegas a la siguiente curva lanzado, el equipo de frenos Brembo te va a detener de forma impecable.

Ford Mustang Mach 1 exhaust tips
La música que sale de aquí debería estudiarse

Así las cosas, este Mach 1 es un deportivo de raza. No es el arma definitiva de los puertos de montaña pero es tremendamente divertido; no es una herramienta de precisión pero transmite muchísimo. Solo nos falta comprobar su desparpajo en circuito y (por favor, querida gente de Ford) con cambio manual.

Frontal Ford Mustang Mach 1

Conclusiones

El último caballo de batalla de Ford es un producto emocional y único. Olvídate de cualquier baremo objetivo, es uno de esos coches que te conquistaránn más por cómo es que por cómo lo hace. Es la receta Mustang con un extra de picante y en un envoltorio algo más especial que, a pesar de 10.000€ de diferencia, sigue resultando una opción imbatible por precio/prestaciones.

Ford Mustang Mach 1 en el campo
¿El Mustang al ocaso o el ocaso del Mustang?

Por cómo corre, por cómo se sujeta y sobre todo, por cómo redondea tu experiencia sensorial ese carácter V8, este Mustang Mach 1 es uno de esos grandes coches que quedarán en la memoria de los aficionados; el fin de fiesta del primer Mustang “europeizado”. Un dechado de virtudes que eclipsa y apaga todos sus defectos.

Porque, a pesar de no tener las mejores calidades, no ser el más eficiente de su clase o no gozar del refinamiento de sus rivales europeos (esos que valen varias decenas de miles de euros más), el Mustang es un icono incontestable.

Ford Mustang Mach 1 rear view

Y ahora, en este Mach 1, el Mustang es mejor en todo y mucho más especial; uno de esos coches que comprar y disfrutar toda una vida, o hasta que nos lo permitan. Si te lo estabas planteando, corre y hazlo realidad, un coche así bien lo merece.

Publicado el 
23/6/2022
 en
Pruebas de coches