Sí, ya os hablamos de The Zoute Sale, la subasta de Bonhams del próximo 9 de octubre. En la anterior ocasión fue para enseñaros el precioso Maserati Quattroporte Bellagio Fastback, la variante familiar del Quattroporte del carrocero Touring Superleggera, y esta vez, nuestros ojos han vuelto a reparar en una variante especial y de similar corte.
Sin embargo, lejos de la vulgar producción de cuatro unidades de aquel, este Rolls-Royce Silver Spectre Shooting Brake que os presentamos hoy tiene para sí el orgullo de ser único. Otra caprichosa unión de talento y billetes para ganar practicidad (¿en serio?), a subasta.
Lo que veis en las imágenes comenzó su vida en 2015 como un Rolls-Royce Wraith, la interpretación de lo que debía ser un coupé de ultra lujo por la marca del espíritu de éxtasis en el siglo XXI.
Unos 17.000 kilómetros y 3 años más tarde, a su dueño le debió de parecer demasiado mundano y contactó con el diseñador holandés Niels Van Roij para ver si eso tenía arreglo. Ni corto ni perezoso, el estudio de Van Roij ideó una conversión atrevida de su Rolls coupé a un estilo shooting brake, tan elegante como práctico.
Para llevar esta empresa a buen puerto, tuvo que entrar en la ecuación Carat Duchatelet, una firma belga que, a pesar de estar especializada en blindar automóviles y extender sus batallas (entre otras cosas), supieron dar forma a los trazos de Van Roij con un resultado que quita el hipo.
Así, en 2020, el Rolls-Royce ‘Silver Spectre’ Shooting Brake estaba totalmente terminado y, a pesar de la intención de fabricar otras seis unidades, finalmente solo existe este; un periplo de cinco años desde su producción que busca continuar en un nuevo dueño en este 2022.
Los argumentos para convencer saltan a la vista: 1 de 1, personalización enfermiza y amor por el detalle, calidad Rolls y estética (aún más) diferenciada. Bajo el capó sigue latiendo el mismo V12 de 6,6 litros de siempre, con potencia “suficiente y adecuada” (632 caballos y 800 Nm de par), pero todo lo que se ve y se toca se siente realmente único y especial. No en vano es una conversión de más de 300.000€ sin contar el precio del coche…
Semejante escultura rodante dispuesta a surcar continentes e incluso a llevar tu equipaje de forma holgada, de ofrecer su asiento en un baile de puertas suicidas y de abrazarte entre el mejor cuero bajo un techo estrellado podría no tener precio, pero lo tiene. Estimado entre 300.000 y 350.000€, por un buen pellizco puedes sentirte único a sabiendas de que lo eres. El resto seguiremos imaginándolo.
(Puedes consultar todos los detalles del coche en este enlace)