Los seres humanos tendemos a ser reacios a salir de nuestra zona de confort y a vencer ciertos prejuicios que, en cierta manera, conforman nuestras creencias. Por eso, cuando llegó el turno de probar la Ford Ranger Raptor, en la redacción de Sexta Marcha se escucharon gruñidos. Una pick-up de más de dos toneladas animada por un motor diésel parecía lo más lejano a nuestras preferencias automovilísticas, pero las cosas no son siempre como parecen.

Acompañadnos en este viaje de iluminación para descubrir qué esconde este aparato de Ford concebido para huir del asfalto; con vosotros, la prueba de la Ford Ranger Raptor.

Ford Ranger Raptor
Ford Ranger Raptor

Ranger Raptor: Características

La Ford Ranger Raptor es el último escalón en la gama de la pick-up más vendida en Europa, pero poco tiene que ver con el vehículo de trabajo del que deriva. El apellido Raptor, con su evocador nombre jurásico, implica una lista interminable de cambios que pretenden volver la Ranger en un aparato para la experiencia off-road definitiva. ¿Lo consigue? Veamos.

Para empezar, el impacto que genera su sola presencia sirve como declaración de intenciones. Con un ancho de vías nada menos que 150mm mayor, la Raptor tiene una anchura entre espejos de 2,15 metros. La altura libre al suelo ahora es de 283 mm y así mide 1,87 m hasta el techo. Estas dimensiones tan poco comedidas las redondea una longitud de 5,3m que está más cerca de un Mercedes Clase S de batalla larga que del clásico todoterreno.  Si os lo preguntáis, no es el mejor coche para callejear y su radio de giro de 12,9 metros no ayuda, aunque, ¿eso importa cuando eres capaz de transitar por cualquier sitio?

Ford Ranger Raptor
Frontal Ford Ranger Raptor

(Los añadidos estéticos de esta unidad con esas dos franjas negras y rojas que cruzan el coche, así como los diversos acentos en rojo en exterior e interior son específicos de la Ranger Raptor Special Edition.)

Esta apariencia salvaje y mastodóntica tiene su razón de ser y no, no es la de servir como mula de carga a pesar de mantener unas decentes capacidades de remolque y de peso sobre la caja (inferiores al modelo de base por diferencias en la suspensión). Es el fruto de la mejora evolutiva para abrazar un uso radical y alejado de trabajos más mundanos.

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Amortiguadores FOX de la Ranger Raptor

Si Quevedo hubiese vivido para contemplar la Raptor, habría dicho de ella que “érase un coche a una suspensión pegada”, porque este y no otro es el valor diferencial de este aparato. Los amortiguadores FOX sensibles a la posición dominan la experiencia y son los culpables de la mayor tarifa ,pero también de la mayoría de virtudes. Ganando muchísimo recorrido respecto a unos convencionales y acoplando elementos de control de aluminio forjado, son un mundo aparte. Sumad a esto el haber prescindido de ballestas como elementos elásticos en el eje trasero -que explica la menor carga admitida- y un brazo de control extra en el eje rígido y así la fórmula se completa.

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Tercer volumen de la Raptor

En esta misma línea, todo lo medible en la Raptor es más grande, más duro, más sobredimensionado y, a fin de cuentas, mejor. El chasis de largueros se ha reforzado hasta lo enfermizo, las planchas protectoras de acero son más gruesas, los frenos son mucho más grandes (cuatro discos de 332mm y pinzas de dos pistones delante), las estriberas parecen indestructibles y los enormes neumáticos de tacos de 285/70/R17 parecen decirte: “no tengas miedo”.

Por último, abrimos el capó y encontramos una mecánica sencilla pero cumplidora, con un porqué que luego explicaremos. Un cuatro cilindros de dos litros biturbo, diésel y con 213 CV y 500 Nm de par máximo, acoplado a la nueva caja automática made in Ford de convertidor de par de diez relaciones. No es el powertrain más deportivo ni lo pretende y no te pedirá que lo exprimas viendo caer las marchas a través de unas levas de magnesio de tacto soberbio (ya podrían tomar nota el 80% de los fabricantes). En condiciones normales enviará todo la fuerza al eje trasero y solo a través de la caja reductora acoplará el eje delantero.

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Vano motor de la Ford Ranger Raptor

Para volver más eficaz sobre cualquier superficie, equipa además un sistema de gestión del terreno con seis modos diferentes: normal, para uso estándar; sport, con mayor respuesta en carretera; hierba/grava/nieve para superficies muy deslizantes; barro/arena para terrenos deformables; rocas (solo 4L) para circular a baja velocidad ente obstáculos y modo Baja, nuestro preferido, para rendimiento off-road de alta velocidad.

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Palanca del cambio y selector de la reductora

Usabilidad de la Ranger Raptor

Sin embargo, quien se gaste su dinero en una pick-up con estas pretensiones querrá ampliar su espectro de uso más allá de los momentos de ocio. Llegado el momento, ¿cómo cumple en uso cotidiano?

Para empezar, hay que resolver una papeleta importante: guardarla, o al menos encontrar sitio donde poder aparcar. Una vez cubierto el aspecto anterior y asumido el tamaño, es un coche sorprendentemente cómodo y fácil de conducir. Se nota el extra de material aislante que evita la odisea de viajar con ruedas de tacos y tanto los asientos como una lograda posición de conducción, hacen la experiencia más agradable(aunque te tocará ir más sobreelevado para tener plena consciencia de lo que sucede delante del frontal).

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Interior Ford Ranger Raptor

La suspensión obra su magia también sobre el asfalto y los asientos, con el logo Raptor bordado y de corte ligeramente deportivo, con una mezcla de cuero y una especie de terciopelo, encajan con el carácter del coche. Cumplen en cuanto a comodidad y ofrecen un agarre decente en situaciones más “movidas”. Como todo en este coche, la anchura entre los pétalos es generosa y quizás las tallas más menudas no vayan tan bien encajadas.

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Asientos con el logo Raptor bordado

Pero puede que no te fijes en ciertos detalles cuando hay un arsenal de elementos destinados a hacerte la vida a bordo más sencilla. A la ya clásica integración de Android Auto y Apple Car Play en el sistema SYNC 3 de Ford a través de una pantalla táctil de 8 pulgadas súmale los sistemas de seguridad activa que añade, como el mantenimiento de carril o la frenada de emergencia. La parte buena es que, a pesar de poder controlar infinidad de funciones a través de la pantalla central, se mantienen mandos físicos para casi todo -menos para elegir por dónde sale el flujo de aire, error-.

Ford Ranger Raptor
Compatibilidad con Android Auto y Apple Car Play en el sistema SYNC 3

Y así, el pasar de los kilómetros en trayectos rutinarios se vuelve algo agradable, incluso de noche, con unos faros de xenón que por haz y altura no desmerecen. Tan agradable que no te darás cuenta de que tienes que volver a pasar por la gasolinera. Porque sí, amigos, a pesar de contar con un depósito de 80 litros que da grandes autonomías y de ayudarse de esa dupla motor diésel + caja de 10 marchas, no se puede luchar contra la física; tarde o temprano tendrás que parar a repostar.

Ford Ranger Raptor
Ford Ranger Raptor

Con una superficie frontal de camión y unos retrovisores de tamaño XXL, unidos a la fricción de las enormes ruedas uno esperaría consumos obscenos y, aunque no son los de un utilitario, hemos conseguido menos de 10 litros en uso de autovía (9,8L/100 km) y unos 12 (11,8-12,3) en entorno urbano. A cruceros altos el consumo se ve exponencialmente perjudicado -a pesar de ser diésel-, por todo lo que hemos comentado antes: es un ladrillo cruzando un aire cada vez más denso. No es el vehículo más eficiente ni lo pretende, pero sí es encomiable para su tamaño y peso. Nos ha faltado ver qué tal se mueve con ciertos kilos de carga (la caja tiene unas dimensiones aprox de 1,5x1,5m y permite varios cientos de kilos)

Ford Ranger Raptor
Ford Ranger Raptor

Uso Off-Road de la Ranger Raptor

De la misma manera que no serías capaz de valorar las capacidades de una navaja suiza cortando salchichón, la Raptor no puede circunscribirse al simple uso asfáltico; su razón de ser es la tierra, la nieve, el barro…

Pero a pesar de contar con reductora, bloqueo del diferencial trasero y control de descenso no os penséis que es un 4x4 al uso, de esos con los que atacar obstáculos y arrastrarse entre las rocas por pendientes imposibles, pegando botes a diestro y siniestro con la sensación de volcar a la mínima curva exigente. Que sí, que se defiende con relativa soltura, pero no es lo suyo.

Ford Ranger Raptor
La Raptor volviendo al asfalto tras un rato de "ejercicio"

Con unos ángulos de ataque de 35ºy ventral y de salida ambos de 24º, tampoco posee las mejores cotas, pero la mencionada altura libre al suelo de 283mm, las gruesas planchas protectoras, los neumáticos específicos y los amortiguadores FOX son los ingredientes para convertir la Raptor en un todoterreno inolvidable. No, no exageramos.

Olvídate de los cruces de puentes, de las rampas casi verticales y enfoca un camino, un sendero o cualquier terreno razonablemente llano, independientemente de su estado.  Ahora, de los modos de terreno disponibles(normal, sport, hierba/grava/nieve, barro/arena, rocas, Baja) selecciona el modo Baja siempre que puedas, la reductora en 2H siempre que puedas y, ¿el control de tracción en OFF? Efectivamente, siempre que puedas.

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Su mejor baza: cruzar terrenos poco abruptos a gran velocidad

Te darás cuenta entonces de cómo la suspensión trabaja de una manera que cuesta creer, absorbiendo cualquier irregularidad por muy grande que sea, eliminando la sensación de balanceo y animándote a ir más confiado. Se inicia entonces un peligroso diálogo con la Raptor en la que su respuesta siempre es: “bah, podía haber ido más rápido”.

Ford Ranger Raptor
La Raptor también se atreve a sacar sonrisas en la nieve

Capaz de escarbar para encontrar tracción donde sea, puedes atravesar charcos, hierba húmeda, gravilla e incluso nieve sin problema, con el aliciente de pegar un pisotón y descolgar la trasera hasta lo que el control de estabilidad (no desconectable) te permita. Habiendo probado todas estas posibilidades, damos fe de lo divertido que puede llegar a ser y de las velocidades que puedes alcanzar en estas circunstancias.

Ford Ranger Raptor

Conclusiones

Después de una semana a bordo de la Raptor, de kilómetros de autovía, de ciudad, de catar la nieve, el agua, el polvo, el barro.., lo que a priori parecería un sinsentido cobra más sentido que nunca. Sí, tiene un precio de tarifa abultado (62.457€ en esta Special Edition) y hay ciertos aspectos mejorables como unas decisiones de ergonomía discutibles o materiales heredados de lo que, en base, es un vehículo de trabajo. El asunto de la dirección comunicativa en 2022 casi lo damos por imposible y más en un coche así, pero ojalá un poco más de feeling.

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A pesar de ello, en suma, no existe nada parecido en el mercado. Hay opciones mejores en el 4x4 puro, con mayores calidades interiores, con mayor confort de marcha en carretera o mejor habitabilidad (aunque 5 adultos caben perfectamente). Pero no hay absolutamente nada que, cumpliendo de manera holgada en lo anterior, permita semejante grado de desparrame fuera del asfalto con una eficiencia y eficacia probada.

Ford Ranger Raptor
Ford Ranger Raptor

Puedes viajar hasta tu zona de juegos preferida de manera cómoda y relajada, solo o acompañado, cargado o remolcando cualquier trasto, independientemente de las condiciones del terreno y de la climatología y una vez allí, dar rienda suelta a las capacidades de un conjunto que, girando entorno a esa suspensión soberbia, regala unos ratos impagables.

No es barata, no es la opción más lógica, pero es una brutalidad adictiva sin apenas concesiones, eso es la Ford Ranger Raptor.

Publicado el 
16/5/2022
 en
Pruebas de coches