Sí, lo habéis adivinado. Hace no demasiado tiempo, así rezaba un eslogan de Alfa Romeo en el anuncio del Giulietta que protagonizaba Uma Thurman. En él, se apelaba a esa “anima” (alma) que dicen los italianos, cambio manual incluido y mostrando el carácter más emocional del automóvil.
Es curioso comprobar cómo la deriva de la industria y del ambiente en el que está inmersa nos ha abocado no sólo a una situación actual en la que ese corazón parece brillar por su ausencia, sino a vislumbrar un horizonte que no se perfila precisamente halagüeño, sobre todo para los que disfrutamos de los coches.
![Anuncio Alfa Romeo Giulietta](https://cdn.prod.website-files.com/5f366822b2ae3f218cd8428d/60ebfff7c500bc3ffd4b5a7f_giu1.jpg)
El cóctel de sobrerregulación por parte de las instituciones (gravámenes abusivos aparte), cambio de modelo de movilidad, nuevas demandas de los consumidores y un largo etcétera, ha hecho que, de manera cada vez más acusada, la percepción del automóvil se circunscriba a un mero electrodoméstico, otro medio de transporte más.
Para nosotros, racionalizar y desromantizar su uso nos duele en el alma y queríamos, antes de abordar todo lo que nos ha traído hasta esta situación (en próximos artículos), lanzar un alegato en favor del coche, visceral y alejado de convencionalismos.
![Porsche 911](https://cdn.prod.website-files.com/5f366822b2ae3f218cd8428d/60ec000ef4528036b77929c9_porsche_911_1.jpg)
El automóvil siempre se ha visto como una herramienta de libertad, un objeto aspiracional y un elemento de distinción, y así lo sentimos. Representa, en último término, sueños cumplidos, recuerdos, vivencias y la culminación de un amor por ellos que no muere. Es esa capacidad de hacernos sentir y formar parte de nuestras vidas como un ente con personalidad propia la que alimenta nuestra pasión y lo que queremos transmitir.
Enseñémosle a la gente lo bonito de un buen roadtrip, la satisfacción de un cambio manual, ese cosquilleo al estirar un motor de muchos cilindros, el tacto de una dirección hidráulica y con la asistencia justa; lo bonito de escuchar a la carretera mientras fluyes por ella, de entender los defectos de tu coche como entiendes los de tu mejor amigo. Todo ello vacío de lógica, pero lleno de corazón, actitud y ganas de vivir.
![Fiat 850 Sport Coupé](https://cdn.prod.website-files.com/5f366822b2ae3f218cd8428d/60ec00238f379b71d831f21b_fiat_850_sport_coupe_4.jpg)
En definitiva, cuando nos referimos a crear cultura del motor, también significa esto; la labor evangelizadora de llevar las virtudes del automóvil (el que tiene alma de verdad) a todo el mundo, especialmente a los más jóvenes. Desde nuestro pequeño rincón seguiremos trabajando para que esa pasión nunca decaiga, aquello que rezaba el anuncio: sin corazón, solo seríamos máquinas.