Cuando hablamos de Porsche de finales de los años 90 y principios de los 2000, hay gente que todavía tiene pesadillas. 

Se podría decir que fue una época polémica para Porsche a nivel social, unos años lejos de las alabanzas diarias que podemos leer y ver sobre los modelos actuales en cualquier rincón de Internet, las cuales tienen la razón. Al menos, la mayoría.

Pero si nos remontamos a 1996, no todo era así. Ese año se presentó un coche deportivo biplaza fabricado sobre una plataforma roadster por primera vez desde el 550 Spyder, que se situaría uno o dos escalones por debajo del tan preciado 911. Y vaya, fue tan grande el éxito que superó al 911 como el Porsche más vendido de toda la historia hasta la llegada del Cayenne. Pero eso no lo salvó de la polémica.

Foto de Collecting Cars

Tres letras que quedan marcadas

Si estuviésemos interesados en comprar un Porsche Boxster de esta generación, hay tres letras que van de la mano con el modelo. Esas tres letras son IMS, que son las siglas de Intermediate Shaft, un rodamiento que sujeta el árbol intermedio y que si falla, causa problemas catastróficos en el motor, y no solo eso, también nubla el deseo de tener uno a cualquier potencial futuro propietario.

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Y no nos vamos a engañar, es con razón. Porsche era consciente de este fallo de diseño que hacía que coches con menos de 100.000 kilómetros pasasen de juguete de fin de semana a pisapapeles en cuestión de un segundo.

Pero… ¿Es tan grave como dicen?

Si tienes la mala suerte de que eso te pase, es muy grave. Pero la realidad es que no tiene por qué pasarte.

En los modelos con IMS de doble fila, que son los fabricados entre los años 1997 y 2000, las probabilidades son menores a un 1%.

En el año 2000, por una razón absolutamente desconocida (Aunque se dice que se hizo para ahorrar costes), decidieron hacerlos de una sola fila, por lo que las probabilidades subieron, y las unidades fabricadas entre el año 2000 y 2005, tienen un supuesto 8% de probabilidades.

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Aunque este número no es del todo real, ya que, para el juicio en Estados Unidos, en el que Porsche se ofrecía a pagar hasta el 100% de la reparación para vehículos fabricados entre 2001 y 2005, se notificaron a 235.000 personas sobre el fallo y solo el 1.39% reclamó, lo que hace que pensemos que el número es bastante inferior.

¿Quiere decir que ya no es una preocupación importante? No, sigue siendo un problema a tener en cuenta, pero que eso no te impida poder tenerlo y disfrutarlo. Al fin y al cabo, con unidades con más de 150.000 kilómetros, es posible que ya ni siquiera haya una posibilidad.

Conducción en su estado más puro.

El Porsche Boxster es el típico modelo del que todo el mundo habla, pero pocos de ellos se han parado a probarlo. Yo nunca olvidaré el día que conduje aquel Porsche Boxster en color Ocean Jade Metallic que estaba interesado en comprar. 

Porsche Boxster en Ocean Jade Metallic @ Collecting Cars

Lo primero que destaca es lo especial que se siente al sentarte dentro. Lo segundo es el giro de la llave con tu mano izquierda, y el inmediato bramido tan específico del motor de 6 cilindros en posición bóxer. En cuanto te pones a rodar, el coche tiene un sonido muy característico, un sonido no del todo agradable, como si algo estuviese roto, pero que con el paso del tiempo te acostumbras.

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El tsunami viene a partir de 3.500 rpm, donde ese sonido roto se vuelve un aullido agudo y es realmente donde la magia aparece, donde el coche vive, y donde los más que suficientes 204 CV del 2.5 litros salen a relucir.

Uno de los aspectos más sorprendentes es su frenada. Es ya conocido que Porsche equipa una frenada sobresaliente en todos sus modelos, y este no es excepción. El Porsche Boxster 2.5 de 204 CV equipa frenos de 4 pistones. Tanto frontales, como traseros, lo que hace que tenga un tacto muy firme y seguro.

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Si hablamos de manejo, es un coche que va sobre raíles, que se siente muy ágil gracias, en parte, a su motor en posición central.

Deportividad, pureza… ¿Pero a qué precio?

La respuesta es sorprendente. Por incluso menos de 10.000 euros puedes tener un Porsche verdadero con motor de 6 cilindros bóxer. Y no solo es la marca, es uno de los mejores deportivos de motor central, y también uno de los más refinados.

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Solo te diría que aproveches ahora mientras siguen a estos precios, porque ya han subido y seguirán haciéndolo.


Publicado el 
5/12/2020
 en
Historias