El Cupra Formentor es el primer modelo exclusivo de la marca Cupra y la primera vez que se nos presentó, fue como concept car en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2019. Un año después, en el mismo Salón, se presentaba su variante de producción al mundo. Sabedores del papel importantísimo que jugaba el Formentor, en Cupra parecieron echar el resto.
No solo una abrumadora campaña de marketing presente en todas partes se encargó de que el Formentor entrara por los ojos a las masas, su diseño exterior tuvo mucho que ver. Y aunque en Sexta Marcha no solemos mencionar este aspecto por lo tremendamente subjetivo que resulta, el Formentor presentaba algo moderno y diferente, incluso rompedor dentro de su nicho de mercado.
Así, un compatriota como Alejandro Mesonero-Romanos, quien en ese momento era el director de diseño de la marca, se encargó de los trazos maestros de este primer Cupra, que también sentaría las bases de su lenguaje de diseño; aquellas que ahora hacen a modelos como el Born o el nuevo Tavascan fácilmente reconocibles.
Uniendo todo lo anterior, el Cupra Formentor ha sido un éxito instantáneo; después de colocar 11.621 unidades durante 2022, su fórmula ha funcionado. ¿Por qué? Eso mismo nos preguntábamos en Sexta Marcha así que acompáñanos a descubrirlo en unos términos en los que no os tenemos del todo acostumbrados: a bordo de su variante de acceso, la 1.5 TSI de 150 CV de gasolina.
Características
La gama del Cupra Formentor es amplia, muy amplia. Gasolina, diésel y opciones híbridas hacen que un único modelo sea capaz de atraer a cualquier posible comprador del segmento. Desde nuestro 1.5 TSI con la caja automática de 7 velocidades DSG, la actual gama se articula de la siguiente manera*:
- 1.5 TSI 150 CV: desde 33.350€.
- 1.5 TSI 150 CV DSG-7: desde 35.910€.
- 2.0 TSI 190 CV DSG 4Drive: desde 42.270€.
- VZ 2.0 TSI 245CV DSG-7: desde 48.570€.
- VZ 2.0 TSI 310 CV DSG-7 4Drive: desde 50.980€.
- VZ5 2.5 TSI 390 CV DSG-7 4Drive: desde 68.390€.
- 1.4 e-HYBRID 204 CV DSG-6: desde 40.470€.
- VZ 1.4 e-HYBRID 245 CV DSG-6: desde 47.980€.
- 2.0 TDI 150 CV: desde 36.960€.
- 2.0 TDI150 CV DSG-7 4Drive: desde 42.770€.
*precios actualizados a noviembre de 2023
Vemos así que esta variante de acceso, tanto por prestaciones como por precio, se antoja suficiente para la mayoría de los usuarios y supone un golpe en la mesa frente a sus rivales. Estos 35.910€ que pueden parecer abultados, demuestran lo acertado de la apuesta cuando se comparan con la competencia. El extenso equipamiento de serie, que hace difícil aumentar la tarifa del Formentor es el contrapunto ante el modus operandi de sus rivales premium (Audi Q3, BMW X2, Mercedes GLA).
De hecho, esta unidad probada contaba con la práctica totalidad de los extras disponibles, resumidos en: color rojo Desire, llantas Performance de 18”, buckets en cuero, Sound & Shine Pack, Tech Pack DSG, suspensión DCC o el portón con apertura eléctrica. En suma, unos 43.000€ para llevarte un Formentor 1.5 full equip -que decían nuestros padres-.
Mecánicamente, el Formentor de acceso es un coche honesto; su misión no es ser un misil -para eso ya están sus hermanos VZ- y lo sabe. Con esto bien claro, el tetracilíndrico 1.5 TSI unido a la caja DSG saca provecho de los 150 CV y 250 Nm de par de manera encomiable. Un 0 a 100 en 8.9 segundos y la sensación de empuje desde abajo (entrega el par máximo de 1500 a 3500 rpm), bastan para poner un tick verde en este apartado.
Esos números, propios de hot hatches de los 90’, son gracias a un peso contenido y, en los estándares actuales, hasta ligero. Los 1.463 kilogramos que homologa este Formentor, extras aparte, nos hacen recordar los beneficios de poner a los coches a régimen y marca una buena distancia frente a otros C-SUV que escalan por encima de los 1.600 kg.
Sin embargo, todos sabemos que un tren motriz cumplidor y una cara bonita no son suficientes para batirse el cobre con los pesos pesados germanos y arañarles cuota de mercado. Así, el Formentor añade a la propuesta un cuidado chasis (McPherson delante, multibrazo detrás), con unos frenos más que decentes de 312 mm en el eje delantero y, para terminar de garantizar una pisada correcta: ruedas de 245 de sección sobre llanta 18 como mínimo.
Sobre el papel no tiene mala pinta, ¿verdad? Sentémonos a comprobarlo.
Vida a bordo
Acomodados en los fantásticos buckets opcionales del Formentor, un extra muy recomendable si no eres de talla XXL, sucede lo normal en cualquier coche en pleno 2023: el despliegue de tecnología y pantallitas puede abrumarte si vienes de la era anterior. Desenvolverse con soltura en un interior así, sea de la marca que sea, conlleva una curva de aprendizaje capaz de desmoralizar en los primeros compases, pero, claro, las funciones a controlar son infinitas.
En un layout formado por un cuadro de instrumentos digital de serie de 10.2” y una pantalla de infoentretenimiento en posición central elevada de 12” tenemos todo; cualquier métrica o subsistema que queramos ver o controlar puede ponerse ante nuestros ojos. Un control enturbiado por la ausencia de algún mando físico que nos ayude en esta tarea, ya no solo al estilo iDrive de BMW o un touchpad como Mercedes, sino unos meros controles más intuitivos para la climatización (siempre lo decimos), que nos impidan retirar demasiado la vista de la carretera.
Salvando los problemas cotidianos de los coches actuales, donde el diseño parece imponerse a la ergonomía, todo lo que rodea al sistema y sus añadidos funcionan de forma fluida y correcta, siendo, como tantas otras cosas en el Formentor, de serie: cargador inalámbrico, Apple Car Play y Android Auto, Cupra Connect, etc.
Pero no solo de pantallitas vive el hombre y el Formentor tampoco. A las características de conectividad hay que sumarle un sinfín de tecnologías que nos hacen la vida un poquito más sencilla. Con control de crucero adaptativo, Front Assist, sensor de lluvia, espejos calefactables, asistentes para todo, faros full LED (matriciales en opción), es tremendamente fácil convivir con este Cupra y, además, muy seguro. Incluso nosotros, siempre escépticos, nos hemos rendido ante las virtudes de estas ayudas en la conducción diaria.
Así, los pocos paquetes opcionales que equipa esta unidad amplifican esta sensación de comodidad y facilidad de uso, sumando también un techo eléctrico que da luminosidad a un habitáculo muy oscuro. Por último, en esa búsqueda por la usabilidad dentro de su diseño “coupé”, el Formentor se queda en 450 litros de maletero (420 en las variantes 4Drive). Nada mal si tenemos en cuenta que logra encajarlos en solo 4.45 metros de carrocería.
Comportamiento dinámico
Para Sexta Marcha y para el gran público, Cupra siempre ha sido sinónimo de deportividad y, en su nueva vida como marca independiente, no podía dejar de blandir uno de los argumentos que la hicieron famosa. Acostumbrados a compactos ultravitaminados para ir con el cuchillo entre los dientes, este 1.5 TSI de acceso parece quedar lejos de aquello.
No obstante, porfiar un mal dinamismo por una silueta de SUV en estos tiempos es de ser muy ingenuo. Sorprendidos una y otra vez palpando la realidad detrás de una ficha técnica, con el Formentor sucede más de lo mismo. No es el atleta definitivo sobre el asfalto ni posee las capacidades de una alfombra mágica, pero transmite y no frustra; funciona.
En ciudad se vale de sus tropecientos sistemas para ser cómodo y sencillo, máxime con la caja DSG que trabaja de forma suave y sin atropellos. A su vez, en vías rápidas devora kilómetros de forma eficaz, con esos rodillos de 245 mm y el buen tarado de la suspensión y el correcto aislamiento… Pongámosle contra las cuerdas entonces.
Llevándolo a carreteras reviradas, con el firme lejos de su mejor momento y exigiéndole como no lo harías en otros ambientes es donde descubres los verdaderos mimbres del Formentor. Cierto es que el control dinámico del chasis (DCC) ayuda en esta labor, pero es digno de ver cómo se desenvuelve este coche por un entorno así. Apenas cuatro centímetros de altura libre al suelo respecto a un Cupra León, las inercias no son acusadas y el tren delantero responde con presteza.
Bien sujeto en los buckets, uno estira el 1.5 TSI hasta donde le permite la gestión del cambio, va fuerte a los frenos, reduce con la misma obediencia que al subir marchas y afronta el viraje de forma dócil pero comunicativa: una secuencia en bucle durante varios minutos donde nada desfallece y que te deja satisfecho. Que sí, que las levas del cambio son demasiado pequeñas y la dirección podría ser un poquito más dura, pero no muchos C-SUV premium con motorizaciones “básicas” pueden enfrentarse a una carretera así y superarla sin sudar demasiado. Pensar en el esmero que han puesto en la versión más básica, con tantísimo margen para asumir aumentos de potencia, nos reafirma en nuestras convicciones iniciales; el Formentor nació con carácter deportivo más allá de un eslogan.
Conclusiones
Llegados a este punto, el caso de éxito de Cupra con el Formentor se entiende mejor. No solo han conseguido alumbrar un buen coche que mira de tú a tú a lo más granado de la industria, sino que han establecido una filosofía de marca que conecta con un público joven (y no tan joven) que encuentra en su gama de producto lo que encaja con él.
Aun así, no se vale de promesas vacías puesto que el Formentor cumple. Sin entrar en el debate sobre los precios de los automóviles, comparativamente sale muy bien parado. Ofrece quizás la mejor relación precio producto de la parte premium del mercado y consigue distanciarse de la parte generalista.
Este viaje, no obstante, no está exento de concesiones. Por el camino nos dejamos la frugalidad, puesto que el Formentor homologa entre 6.6 y 7.2 l/100km y lo normal será ver los 7.5 a velocidades de autovía, un consumo algo alto para su propuesta mecánica. También abandonamos la ergonomía por decisiones cuestionables de diseño (mando táctil para luces y climatización), en las batallas típicas de la particular cruzada que llevamos años librando.
A pesar de ello, este Cupra Formentor representa un equilibrio entre deportividad, imagen y practicidad bien logrado, ideado de forma clara desde el principio y ejecutado de forma brillante, dando a Cupra la imagen de marca que buscaba en tiempo récord. Es una propuesta sincera que consigue convencer hasta a los más ortodoxos petrolheads como nosotros -y eso es decir bastante-.
En un nicho enfermo por el síndrome del sándwich mixto, el Formentor aporta algo más y lo hace por menos. Es fácil entender el porqué de su éxito. Esperaremos con ansia al VZ5.
