Finalizamos la saga de "Los olvidados juguetes americanos de los 80" tras tres partes, primero hablando del Ford Merkur XR4Ti, después del interesante Cadillac Allanté, y ahora, por último, del Chrysler TC by Maserati.

Si hemos llegado hasta aquí habremos deducido que la apuesta de lujo europeo con base americana no terminó de funcionar en este final de los años 80 y principios de los 90. Tampoco le funcionó a Chrysler con el Chrysler TC by Maserati. Se presentó en el Salón de Los Ángeles en 1986, como un imponente biplaza cabrio capaz de hacer las delicias del público más exigente.

Chrysler TC by Maserati
Chrysler TC by Maserati

La inclusión de by Maserati en su denominación se debe a una maniobra comercial, lógicamente, para dar mayor impacto al modelo, pero está basado en un movimiento empresarial. Y es que, en 1984, Chrysler, por aquel entonces una empresa potente, compró el 5% de Maserati, para elevar esa participación al 15% en 1986, una Maserati que por aquel entonces estaba dentro del conglomerado de empresas del empresario argentino Alejandro de Tomaso, quien luego vendió el 49% de las acciones de Maserati al grupo Fiat, para acabar deshaciéndose totalmente de la marca en 1993, cuando traspasó lo restante a la propia Fiat.

Chrysler TC by Maserati
Chrysler TC By Maserati

Si las cifras de los anteriores coches analizados eran modestas, este calificativo sería incluso generoso para las del TC, pues se quedó en apenas 7.300 unidades vendidas en toda su vida, entre 1988 y 1991. No deja de resultar curioso que siendo más económico que los anteriores, y contase con buen equipamiento, se vendiese considerablemente menos. Rarezas del mercado, quizás explicadas por el rendimiento tan discreto.

El Chrysler TC by Maserati estaba equipado, en origen, de un 2.2 litros de 4 cilindros que daba una potencia de 160 CV, aunque fue sustituido tan sólo un año después por un V6 de 3.0 litros, con 141 CV, y que no era Chrysler, sino que tenía origen Mitsubishi. Curioso cuanto menos. Estos dos motores, considerados de acceso, estaban por debajo del tope de gama, un 2.2 litros turboalimentado, que daba 200 CV, y equipaba un cambio manual de cinco relaciones, al contrario que los anteriores, que eran automáticos, sin otra posibilidad que ese cambio.

Motor Chrysler TC by Maserati
Motor Chrysler TC by Maserati

Si bien, a pesar de ello y de que sus sensaciones no fuesen mágicas al conducirlo, es un coche vistoso tanto en línea exterior como en apariencia interior. Es un coche de líneas cuadradas, pero suaves, sin grandes estridencias en su diseño, todo trabajado con sencillez y sentido común, todo el posible dentro de un coche de estas características, que llegaba a los casi 4,5 metros de largo y el 1,75 metros de ancho, con un peso algo más contenido que su rival directo, el Cadillac anteriormente visto, situándose en 1.375 kilogramos, aproximadamente.

Chrysler TC By Maserati
Chrysler TC By Maserati

La realidad fue muy dura con el TC, que se vio superado por su competencia, y porque existían otras opciones como el Chrysler LeBaron que canibalizaron por completo las ventas de este; ya que, por menos precio tenías un coche similar en prestaciones, diseño y equipamiento.

Chrysler TC By Maserati
Chrysler TC By Maserati

Se vio, por tanto, que la unión Iacocca-De Tomaso que tan bueno réditos generó con el Pantera (un coche que estuvo décadas en producción), no resultó productiva en este caso, y poco después de lanzarse al mercado, se dejó de fabricar, abandonando esta idea. El próximo modelo similar de Chrysler, y al que podemos considerar su sucesor, fue en Chrysler Crossfire, que realmente no deja de ser otro concepto. Esta experiencia vino a demostrar, también, que la idea de cabrio lujoso a medio camino entre el mercado europeo y americano no terminó de funcionar del todo.

Chrysler Crossfire
Chrysler Crossfire

Conclusiones generales: Esto no funciona

La conclusión es lógica, la dictó el propio mercado, y no vamos más que a reafirmar lo que se ha venido poniendo de manifiesto acerca de estos tres coupés. Es una lástima que el mercado no supiese ‒o no pudiese quizás‒ apreciar estos modelos en todo su esplendor, pero si no tuvieron el éxito que se esperaba, es porque algo fallaba.

¿Fallaba su posicionamiento? En principio era un coche premium, no destinado a súper ventas pero sí a tener más empaque, por eso el enfoque de distinción parecía el adecuado ¿Fallaba su precio de venta? En la línea de lo anterior, estamos ante modelos aspiracionales, de tal modo que ofrecerlos excesivamente baratos iría en detrimento de un buen posicionamiento en el mercado como decíamos. ¿Fallaba su motorización? Quizás este sea un punto clave, porque realmente no se montaron con corazones realmente potentes, sino, tan sólo aseados.

Chrysler TC By Maserati
Chrysler TC By Maserati

¿Fallaba su equipamiento? Venían bien dotados, con todos los lujos de la época. Y, por último, ¿Fallaba su estética americana con el toque europeo? Aquí quizás encontramos la respuesta. Realmente es una receta que ha funcionado muchas veces en distintas épocas, aunque quizás en este segmento concreto no hay tantas evidencias de que funcionase.

Publicado el 
18/3/2022
 en
Historias