Hace un par de semanas en Sexta Marcha tuvimos la oportunidad de probar la gama Alpine A110, con el A110 GT y el A110 S como principales protagonistas, de tú a tú.
A pesar de que mi amigo Aurelio ya ha hablado de estos dos modelos por aquí, yo he querido centrarme en su la batalla contra principal rival, y probablemente su némesis en el mercado, el Porsche 718 Cayman.
Todos tenemos una marca que nos hace tilín, y en mi caso es Porsche, sin llegar a extremos talibanes, pero con una clara preferencia en la mayoría de los casos cuando los comparamos con sus principales competidores, con una excepción.
Imaginemos la situación: Estamos en el mercado, con 70.000€ de presupuesto para un deportivo de disfrute nuevo, un coche que te haga sonreír, que cada vez que lo veas te emocione. Por desgracia, cada vez hay menos coches que entren en esa categoría a ese precio, pero los hay, y casi de manera innata, la primera marca que se te viene a la cabeza es Porsche.
Dentro de la marca, a día de hoy tus únicas opciones son el 718 Cayman, o su versión con techo de lona, el 718 Boxster. Y sí, la versión base, ya que el Cayman S parte desde más de 83.000€.
Con el 718 normal, que parte de un precio de casi 70.000€, obtienes un motor de 2.0 L, 4 cilindros bóxer turboalimentado, en posición central, que desarrolla la nada desdeñable cifra de 300 CV, que mueven los poco más de 1.400 kg con total soltura.
Le ponemos un par de extras lógicos, un color un poco más llamativo y una caja de cambios PDK, y nos situamos ya en 79.944€
Si abrimos un poco más nuestras fronteras, hay varios modelos en el mercado que ofrecen un concepto similar: Por un lado el Toyota GR Supra y su hermano gemelo, el BMW Z4 M40i Roadster, pero se tratan de modelos con motor delantero, por lo que si queremos irnos a algo similar dinámicamente, tenemos que ir al mercado de nicho, donde encontramos el Alpine A110, con su versión básica, el A110 GT y el A110 S, con precios que arrancan en 63.200€, 73.500€ y 75.800€ respectivamente.
Para comparar directamente con el Cayman, nos tendremos que ir al A110 GT o S, con el motor 1.8 Turbo en posición central que desarrolla esos mismos 300 CV, asociados a una caja de cambios EDC de doble embrague y 7 velocidades, eso sí, con poco más de 1.170 kg.
Alpine A110 S vs Porsche 718 Cayman
Configurando los dos de manera similar, nos queda un precio de 77.737€ para el Alpine y esos 79.944€ para el Cayman, una diferencia irrisoria en precio, sobre todo a estas alturas, entonces, ¿Qué importa?
El resumen a groso modo es que el Alpine A110 te ofrece todo lo que buscas en un coche de estas características, por menos, pero lo dividiremos en varias secciones:
Estética
El Porsche 718 Cayman es un coche alucinante, es el ejemplo perfecto de un coche con un buen diseño y que transporta parte de ese diseño propio de la marca de una manera muy digna, sin ángulos malos. Pero en términos absolutos, el Alpine A110 se ve un coche más especial, más icónico, con una estética mucho más propia y con más personalidad, que es algo que falta en el mercado últimamente.
Patrimonio: Del pasado a la actualidad
En mi opinión, un punto clave en un coche de un segmento tan especial como lo es un deportivo de motor central. El Alpine A110 traslada a la perfección el diseño de su predecesor, con innumerables guiños al pasado, de una manera muy similar a la que hace Porsche con el 911, pero no tanto con el Cayman.
Status: La marquitis es un hecho
Vamos a ser sinceros, por suerte o por desgracia, vivimos en un mundo en el que a nadie le importa que tengas un Alpine, a no ser que ese alguien sea un apasionado de los coches. Desde un punto de vista social, el hecho de tener un Porsche tiene mucho más renombre, vende más, y desde luego da una imagen mucho más potente de que las cosas te van bien.
Más allá de temas sociales, Porsche siempre tendrá el status de ser la marca que es, de su pedigree e historia que, si verdaderamente te gustan los coches, es difícil ignorar ese prestigio que trae consigo.
En definitiva, el Alpine A110 me ha parecido un producto redondo con un mensaje muy claro, con un tacto y una personalidad que difícilmente podemos encontrar en el mercado actual, posicionándose como un coche divertido, con propósito, pero no tan comprometido para usarlo en el día a día, un hecho que provocó el fracaso de algunos en el pasado, especialmente en este país.
A pesar de mi posicionamiento pro-Porsche en la mayoría de ocasiones, en esta ocasión me tengo que decantar con el Alpine. No solo es la sensación al volante, sino lo especial que se siente al verlo, lo raro de ver que es y la experiencia de conducción que te transmite.
Mi consejo es que le des una oportunidad al Alpine A110 si estás en el mercado por un coche de estas características. No es mejor ni peor producto respecto a un 718 Cayman, pero es un coche con el que conectas mucho más, y parece que esto lo escribimos mucho por aquí, pero esa conexión persona-coche meramente empírica, ya no es fácil de producir, y cada vez será más complicado experimentarlo.