Una de las razones de peso al decidir que coche comprar, suele ser la fiabilidad. No nos vamos a engañar, nadie quiere estar día sí y día también pasando por el taller, o teniendo su coche parado porque no sabe cuál es el problema.

Mientras que hay muchos coches con motores que tienen fama de indestructibles, hay otros que no son conocidos por eso, sino por todo lo contrario.

Cada motor es un mundo, y muchas veces depende del trato y mantenimiento que les demos, pero aquí va una lista de motores que, por su fama de dar problemas, deberías de evitar a toda costa.

3. Audi 2.5 V6 TDI

Este es uno de los motores más utilizados por Audi a finales de los años 90 y a principios de los 2000. Se utilizaba principalmente en el Audi A4 B5 y Audi A6 C5, aunque también se utilizaron en otros modelos del grupo VAG como el Skoda Superb o el Volkswagen Passat.

El 2.5 TDI es un motor relativamente fiable si lo cuidas mucho, o al menos, más que a un coche normal.

Este motor es conocido por sufrir cierto desgaste en las levas, llevándolo a romper el propio árbol, y llevándonos a pasar por caja como nunca lo habíamos hecho, debido principalmente a un mal diseño del balancín que fricciona con la leva. ¿Por qué rompen tanto? Es principalmente por un problema de mantenimiento, ya que se recomienda cambiar el aceite entre 8.000 y 10.000 km, algo que seguramente pocos hicieron.

Otro de los problemas es la rotura de la Bomba de inyección por culpa de una mala gestión electrónica y que obliga a cambiarla por una nueva, convirtiéndolo en una reparación bastante costosa, sobre todo para los precios de los coches actualmente.

Su tercer problema más conocido no es culpa del motor, sino de su caja de cambios. Esa caja automática Tiptronic no es lo mejor que salió de Audi. Constantes averías electrónicas, incluso roturas del convertidor de par si no está bien cuidado.

2. Cadillac Northstar V8

Cadillac no es una de las marcas punteras en España, en eso no hay duda, pero a finales de los 90 sacó al mercado la quinta generación del Seville STS, el primer Cadillac con código de homologación europeo para competir con las berlinas europeas del segmento E, con un diseño más europeizado y más atractivo.

En su momento era el coche con tracción delantera más potente del mercado con su V8 de 300 CV en posición transversal. Aun así, el Seville STS no fue un coche con demasiado éxito comercial.

El motor V8 que equipaba era el famoso 4.6 Northstar, un motor desarrollado por General Motors que no consiguió otra cosa que mala fama, principalmente por un desastroso diseño de los tornillos de la culata de aluminio, que se desatornillaban solos con el paso del tiempo y hacían que filtrase líquido refrigerante en la cámara de combustión.

Esto causaba severos problemas de calentamiento al usarlo durante un largo periodo de tiempo, con su consecuente avería: La rotura de la junta de la culata. Una reparación muy costosa, ya que el motor tiene que sacarse para realizarla, y que tampoco soluciona el causante del problema original.

Además de este grave problema, el V8 Northstar también tiene problemas de consumo de aceite por culpa de los anillos de los pistones, que acumulaban carbón.

Esta es la razón principal por la que podemos encontrar unos señores V8 americanos rondando los 2.000 euros en el mercado de segunda mano.

1. BMW N47

Este motor es, posiblemente, uno de los peores motores que salieron de BMW, en toda su historia.

Lo que, a priori, suponía un avance en reducción de consumos y rendimiento en su presentación en la época, acabó siendo un calvario para los propietarios, y una pesadilla para el futuro comprador.

Este motor, fue el primer diésel en superar los 100 CV por litro de cilindrada, que suponía un avance en refinamiento para la época.

Su principal problema es más que conocido por cualquier taller: La rotura de la cadena de distribución, una avería que daba auténticos dolores de cabeza a sus dueños, sobre todo al producirse de una manera tan prematura

El principal problema de esta rotura de cadena es que causaba una pérdida de sincronización que hacía que los pistones chocasen directamente con las válvulas, generando un desastre catastrófico en el interior del motor, y una avería prácticamente irreparable.

Este motor comenzaría su producción en Marzo de 2007, y continuaría hasta 2013, y fue utilizado en bastantes modelos de la marca BMW, Mini, e incluso Toyota, aunque estos últimos estarían menos afectados.

Los modelos que equipaban este motor eran los 20d de BMW, incluyendo los Serie 5 y serie X.


Publicado el 
21/12/2020
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Curiosidades