Esta semana Aston Martin daba la bienvenida al Valhalla, que no es un simple nuevo coche, sino un gran paso hacia adelante y la puerta abierta a la transformación de la histórica marca británica a una nueva era.
El Aston Martin Valhalla supone ser el primer paso comercial de Project Horizon, la estrategia de transformación de la que hablábamos, que comenzaba con la presencia de la marca en la Formula 1, y que continua con la premisa de crear coches más enfocados en la conducción, al mismo tiempo que la transición de motores de combustión interna a eléctrico.
Valhalla: Estilizado con propósito
Todo lo que se ve en el nuevo Aston Martin Valhalla está hecho con un propósito. Su chasis, aerodinámica y parte de la electrónica es tecnología e ingeniería de la Fórmula 1.
En sus líneas, todavía tiene ciertas firmas propias de una marca tan elegante como Aston Martin, que se combinan con cortes angulosos que favorecen la carga aerodinámica y que, más o menos te dice que este no es uno de esos Aston Martin con los que algunos empresarios jubilados van a buscar el pan.
En su parte frontal vemos la parrilla típica de Aston Martin totalmente integrada por todo el ancho del coche, y un enorme splitter en su parte inferior que ayuda a mantener el coche pegado al suelo.
La zaga creo que es mi parte favorita: Un gigantesco difusor de fibra de carbono cubre toda la superficie trasera acompañando a unos pilotos LED tridimensionales, parecidos a los que pudimos ver en el Aston Martin Vulcan.
En esta ocasión, los escapes no se encuentran en la parte trasera, sino inmediatamente detrás de su vano motor con dos tubos de escape superiores, similar a lo que vemos en un McLaren 600LT.
El novedoso corazón del Aston Martin Valhalla 2022
Aston Martin no iba a quedarse corto en innovación con este primer paso en su nueva estrategia comercial, asique lo ha apostado todo.
En posición central nos encontramos una motorización híbrida, que combina un bloque V8 Twin Turbo de 4.0 litros de cigüeñal plano que desarrolla 750 CV, junto con un avanzado sistema de baterías eléctricas que suplementan al V8 con 200 CV, consiguiendo una potencia combinada total de 950 CV.
Asociado a esta motorización encontramos una caja de cambios automática de doble embrague y ocho velocidades, diseñada por y para Aston Martin. La caja de cambios dispone también de una marcha atrás eléctrica que, como bien se puede suponer, utiliza los motores eléctricos para ahorrar peso, al no tener que incluir una marcha reversa convencional.
Con estos números, el Aston Martin Valhalla consigue hacer el 0 a 100 en solamente 2,5 segundos, llegar a una velocidad máxima de 330 km/h, además de 15 km de autonomía 100% eléctrica.
Como curiosidad, cuando está en modo eléctrico, la potencia se transmite exclusivamente al eje delantero, por lo que podríamos estar hablando de… ¿Un superdeportivo de tracción delantera? Al menos, durante un ratito.
Pese a toda esta tecnología de vanguardia, baterías eléctricas y demás parafernalia, el coche pesa menos de 1.550 kg, un número sorprendente que deja al Valhalla con una relación peso-potencia sin demasiados rivales.
Arranca una nueva era
Con este proyecto saliendo a la luz, se puede dar por comenzada una nueva era en Aston Martin. El Aston Martin Valhalla resulta ser un primer paso, que pronto será acompañado por el hiperdeportivo Aston Martin Valkyrie, dando cabida a una nueva experiencia al volante que no se había visto nunca en la marca británica.
