Casi con toda seguridad, al leer la palabra familiar, hayas podido pensar en dos cosas: Si eres un verdadero petrolhead, en un Audi RS6; si no lo eres tanto o tus prejuicios hacia este tipo de carrocerías te ciegan, te habrás imaginado lo más parecido a un coche fúnebre.

“Entendamos como familiar, un automóvil con carrocería de dos volúmenes, cinco puertas y cuya segunda fila de asientos generalmente se puede abatir.”

Sea como fuere, en un momento en el que parece que la forma ha ganado a la función, creemos que vale la pena lanzar un alegato a favor de los coches familiares. Las ventajas que ofrecen frente a otras carrocerías son muchas y, además, realmente pensamos que molan. Pero antes, un poquito de historia…

Los familiares surgieron para satisfacer la necesidad de un mayor espacio en los automóviles y son tan antiguos como la propia industria del motor. Su concepción se debe a los trabajos de carroceros (fundamentalmente en EEUU y Reino Unido), que adaptaban la base de coches de la época con carrocerías de madera (woodies).

Plymouth Westchester Suburban

El objetivo no era otro que ser capaces de transportar a más personas con su equipaje y según los lugares dónde se empleaban, recibieron varios nombres. Si estaban destinados a moverse entre propiedades agrarias (en inglés country estates), se denominaban estate cars; si ejercían la misma función, pero entre estaciones de tren, station wagons. Como veis, nombres que han perdurado hasta nuestros días.

Chrysler Town and Country a la izquierda. DKW Meisterclasse a la derecha.

“Actualmente las denominaciones dependen del fabricante y hay todo un mundo de variantes: Estate, Avant, Touring, SW, Break, Kombi…”

Con los años, esas carrocerías de madera se fueron sustituyendo por su equivalente en metal, al tiempo que se extendía su uso más allá del vehículo comercial y saltaron de los carroceros a la gran serie. 

Y sí, también tuvieron su interpretación glamurosa en los shooting-brake, destinados a salidas de caza, con espacio suficiente para los perros y las armas. Estos últimos se convertirían más tarde en los estilizados cupés con un extra de maletero que han trascendido hasta nuestros días.

Ford Station Wagon de 1950

Después de décadas de evolución que dejaron numerosas innovaciones y modelos para la historia, llegaron los 90 y los familiares dejaron de ser el paradigma de la practicidad para demostrar que podían ser las máquinas definitivas. Es así como nacieron el primer M5 Touring, el Audi RS2 y todo lo que les siguió.

Audi RS2

Actualmente, y salvo honrosas excepciones, han cedido espacio y cuota de mercado; primero con los monovolúmenes y ahora sus parientes (muy) lejanos, los SUV. ¿Realmente se merecen esa indiferencia por nuestra parte? Ahora sí, repasemos qué hace grande a un familiar.

Lo obvio: el tamaño del maletero

Sin ningún género de duda, estas variantes de carrocería tienen más espacio de maletero que, también, suele ser más aprovechable. Una boca de carga más amplia, un fondo plano, la posibilidad de retirar la bandeja y aprovechar hasta el techo… Si necesitas espacio extra, encajan contigo.

Skoda Superb Combi

La dinámica

Normalmente, cuando uno toma cualquier decisión en la vida, se ve abocado a realizar ciertas concesiones y a priorizar. Aquí no. Si antes decíamos que son más espaciosos, los familiares se mueven igual de bien que su equivalente berlina (obviando algún kilo extra); ni que digamos ya de su reflejo en SUV… 


Los precios

Permíteme que te diga que, ese bonito SUV que has estado mirando, probablemente cueste de media entre un 15 y un 20% más que un familiar de similar espacio interior y motorización. Si lo comparas con la berlina, el sobrecoste de este suele ser prácticamente testimonial. ¿Dónde quieres gastar tu dinero?


La variedad

Aunque algunos segmentos (como el segmento B), han reducido sus variantes en esta carrocería, la oferta sigue siendo amplísima y abarca todo el espectro de precios. Incluso para aquellos que se quieran aventurar a salir del asfalto, siempre habrá alternativas camperas (Scout, Allroad, Cross-Country), que, cumpliendo en este aspecto como muchos SUV 4x4, siguen manteniendo las características anteriores.

Volvo XC70

La versatilidad

Suma ahora todo lo anterior, ¿crees que falte algo más? Probablemente no. Y es que, si hay algún tipo de coche que encaje con casi todo, es un familiar. Puedes cargar las tablas de esa cama de dos metros para la casa de la abuela, llevar a la familia con todo el equipaje a velocidades de crucero “interesantes”, subir a la nieve o ir a la playa... E incluso hacer de él una “camper” de emergencia. Y aún queda algo más que mencionar…


El halo de los RS, AMG y M… y la “sleeperidad

Llegamos al final, a la última característica que nos impide no amar los familiares; porque el culmen del familiar es tener una versión deportiva, ser dotado del extra de picante necesario para cuadrar el círculo. Con diversas interpretaciones y estilos, muchas de las versiones más prestacionales de estos coches siempre han sido “discretas”, esa faceta sleeper, de lobo con piel de cordero que nos enamora. El Audi RS2, el Mercedes AMG C55 Estate o el BMW M5 Touring son vehículos que, a ojos de los profanos, bien podrían pasar por una insulsa “ranchera” más, sin otro ánimo que ir del punto A al punto B. Pero qué animo…

BMW M5 E61 Touring

No intentamos adoctrinarte para que creas que un familiar es mejor que la berlina o el SUV equivalente en segmento y precio porque, como todo en la vida, es una cuestión de gustos. Sin embargo, si después de haber leído todo esto, comienzas a verlos con otra cara y a valorarlos en su justa medida, tal vez sea una buena noticia. 

Quizás sean un poco como esa chica/chico en quien nunca te habías fijado, hasta que te das cuenta de que te ofrece lo que nadie más puede darte. Piénsalo.

Y si acabas cayendo en un familiar deportivo al estilo del próximo M3 Touring, por favor, háznoslo saber y así te felicitamos.

¡Salud y gas!

El futuro BMW M3 Touring...


Publicado el 
7/2/2021
 en
Historias