A-ha es una banda musical de soft-rock originaria de Oslo, Noruega. Tuvo su auge en las listas musicales de todo el mundo en los años 80, y desde entonces, se ha posicionado como una de las bandas musicales más exitosas de todos los tiempos, con canciones que todos conocemos como Take On Me. Pero aquí hemos venido a hablar de coches.

Corría el año 1989, cuando dos miembros de la banda, concretamente Morten Harket y Magne Furuholmen, se encontraban en Suiza junto con el activista ambiental noruego Frederic Hauge. Estando allí, se toparon con un curioso proyecto hecho como hobby, pero que no dejó indiferente a ninguno de los presentes.

Se trataba de un Fiat Panda, que a priori parecía normal, pero que escondía un curioso secreto: Estaba convertido a vehículo 100% eléctrico. 

Tras conversar con el dueño, salió el tema del que todo el mundo habla sobre los eléctricos: La autonomía. Y es que este Fiat Panda hecho como hobby, tenía una autonomía de 45 kilómetros, ni más ni menos. A los integrantes de A-ha les gustó tanto la idea que lo compraron y se lo llevaron para su país natal. 

En su llegada a Noruega, se encontraron con su primer problema. Las regulaciones del país en ese momento no tenían la capacidad para registrar vehículos eléctricos, por lo que no podían circular de manera legal, pero como tenía un tanque de propano para la calefacción, podían registrarlo como una autocaravana. ¿Adivináis que hicieron? Sí, registraron el Fiat Panda como Autocaravana.

En Noruega, a diferencia de los coches de gasolina, los vehículos diésel pagaban un impuesto en función de la distancia recorrida, y ellos pensaban que los vehículos eléctricos serían igual, por lo que, en ficha, el Fiat Panda eléctrico estaba registrado como una autocaravana diésel. De alguna manera, estos dos integrantes se libraron de pagar el impuesto de matriculación, y desde entonces, los coches eléctricos no lo pagan.

Sin embargo, seguían descontentos con las contras que el gobierno Noruego imponía por poseer un coche eléctrico, y como señal de protesta, pasaban por los peajes de manera repetida sin pagar, lo que suponía multas por cada vez que pasaban. Multas que, obviamente, no pagaron.

Acumularon tantas multas, que el gobierno confiscó el vehículo de manera definitiva, que más tarde subastarían. ¿Quién estaba en la subasta? Nadie, excepto los dos integrantes de A-ha, que lo compraron por un precio ridículo al no haber más gente interesada.

Esto llevó a entrar en un círculo vicioso, donde estos dos héroes seguían saltándose los peajes y dejando multas sin pagar, y el gobierno volviéndole a confiscar de forma definitiva el coche que, por supuesto, volvían a comprar en la subasta.

Finalmente, en 1996, el gobierno se rindió. En Noruega decidieron que podían hacer exentos a los coches eléctricos de pagar peaje, ya que pensaron que los coches eléctricos en el país los podrías contar con los dedos de las manos, y eso no iba a arruinarlos.

A día de hoy, Noruega es uno de los países punteros en ventas de vehículos eléctricos, siendo un 54% de las ventas totales. Y podríamos decir que una parte es gracias a los miembros de A-ha.


Publicado el 
11/1/2021
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Historias