Habiendo devorado toneladas de vídeos on board en Internet y después de disfrutar con los ya míticos planos en primera persona de Walter Rohrl, Ayrton Senna o Ari Vatanen entre muchos otros, en Sexta Marcha sentimos especial debilidad por este tipo de contenido.
Acción pura y dura que nos evoca épocas pasadas (y doradas) de la que somos auténticos adictos; solo manos y pies para domar máquinas sin filtrar emitiendo sonidos impropios de este mundo. Un peligroso baile mil veces reproducido en nuestras pantallas y del que hoy queríamos compartir con vosotros un pequeño fragmento.
Pongámonos en situación: circuito de Spa-Francorchamps, día soleado y un salvaje Chevron B19 de 1971 para exprimir al máximo. Una barchetta de competición de 1971 de origen británico con un motor Cosworth de cuatro cilindros y dos litros de cilindrada -los primeros B19 montaban un 1.8-, que entregaba 276 caballos para tan solo 550 kilogramos de peso.
Podríamos hablar de cómo los Chevron B19 se batieron el cobre en el 2-litre European Championship contra coches como los Lola T210, de cómo era el ambiente de las carreras de la época o de cómo hemos peregrinado a Estoril o Le Mans para intentar sentir algo parecido a todo lo que te estamos contando.
Sin embargo, esta vez queremos dejarte con el sonido embriagador de otra era, a fondo a través de Eau Rouge y deslizándose con la agilidad propia de una peligrosa máquina de competición de los 70. Un vídeo on board de Tom Bradshaw, cortesía de Robbert Albblas, que merece la pena ver entero:
Que lo disfrutéis.
